El problema no fue hayarte, el problema es olvidarte. El problema no es tu ausencia, el problema es que te espero. El problema no es problema, el problema es que me duele. El problema no es que mientas, el problema es que te creo. El problema no es que juegues, el problema es que es conmigo. Si me gustaste por ser libre
¿Quién soy yo para cambiarte?
Y hoy, aunque llueva y yo no esté de humor, sé que vas a estar siempre ahí dentro de mí, empujándome a seguir, levantándome si caigo, viendo luz aún si muere el sol.
Si te hace falta quien te trate con amor, si no tienes a quien brindar tu corazón, si todo vuelve cuando más lo precisas nos veremos otra vez.
Idiota el que te humilla, que te ignora, el que te trata tan mal, y tú a ese si le das tu amor.
Estoy tan cansado y acostumbrado a no esperar nada de vos, igual que ayer no estoy, igual que ayer me voy soñando, esperando un milagro de vos. Sin embargo hoy te quiero más.
Hoy me despido de todo, todo lo que me hizo mal. Yo quiero estar a la izquierda del cero, no me analices, no voy a cambiar. Yo sé que no siempre gana el que pega primero, pero no sirve dejarse pegar. Que frágil es mi mundo de nuevo, esa es la base de mi soledad; que fácil es señalarme con el dedo y yo sin poderte mirar.
Hay una parte de mi alma que ya no te tiene y pregunta por ti.
A veces perder el control es la única manera de ganar libertad.